Conductos obstruidos, mastitis y candidiasis
Existe ayuda para los conductos obstruidos y las infecciones de los senos.
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Muchas mamás se enfrentan a problemas temporales como conductos obstruidos, infecciones de los senos y candidiasis. Estos desafíos pueden hacer que le sea difícil mantener la lactancia materna, especialmente cuando poner a su bebé en el seno le incomode mucho. Pero hay medidas que puede tomar para obtener alivio. El personal de lactancia del Programa Especial de Nutrición Suplementaria para Mujeres, Infantes y Niños (WIC, por sus siglas en inglés) puede ayudarle a volver a amamantar cómodamente.

Conductos lácteos obstruidos
Los conductos obstruidos son una preocupación común en las mamás que amamantan. Un conducto lácteo obstruido se siente como un bulto o nudo sensible y doloroso en el seno. Ocurre cuando un conducto lácteo no drena correctamente. La presión se acumula detrás del conducto obstruido y el tejido que lo rodea se irrita. Esto suele ocurrir en un seno a la vez.
Hay varias cosas que pueden causar la obstrucción de los conductos:
- Congestión mamaria grave,
- Amamantar regularmente con un solo seno,
- Saltarse las sesiones de alimentación o no alimentar con la frecuencia habitual,
- Presión contra los conductos lácteos. Puede causarlo, la correa de la bolsa de los pañales o el cinturón de seguridad del auto que le oprime el seno. Lo mismo ocurre con el uso de un brasier demasiado apretado.
Aquí tiene algunos consejos que le ayudarán a aliviarse:
- Masajee suavemente su seno desde el conducto obstruido hasta el pezón antes y durante la lactancia materna.
- Aplique hielo o paños frios para aliviar y prevenir la inchazón.
- Amamantar a demanda y utilizar diferentes posiciones.
- Vacíe primero el seno afectado.
- Utilice un brasier que le sujete pero que no le apriete demasiado. Considere la posibilidad de probar un brasier sin aros.
- Apóyese en otras personas para que le ayuden y pueda dormir más o pueda relajarse. Esto acelerará la curación. A veces, un conducto obstruido es una señal de que está haciendo demasiado.
Ayuda rápida y efectiva es importante. Si tiene los conductos obstruidos y vuelven a suceder, pida ayuda a una experta en lactancia de WIC o a una consejera de lactancia.
Infección de los senos o mastitis
La mastitis es una infección de los senos. Esto podría doler como los conductos obstruidos. Puede ocurrir cuando esté estresada o tenga cambios en su rutina habitual. Puede ser cuando tenga visita, durante las vacaciones o cuando vuelva al trabajo. No siempre es fácil distinguir entre una infección de los senos y un conducto obstruido. Tienen síntomas similares y ambos pueden mejorar en uno o dos días.
Pero la mastitis también puede incluir otros síntomas, como estos:
- Síntomas parecidos a los de la influenza, como fiebre, escalofríos, dolores corporales, náuseas, vómitos o fatiga.
- Secreción amarillenta del pezón que parece calostro.
- Senos que se sienten sensibles, tibios o calientes al tocar y parecen rosados o rojos.
Si tiene algún síntoma de mastitis, o si no se siente mejor a las 24 horas de haber probado los consejos para aliviarla, comuníquese con su médico.
Los mismos consejos para los conductos obstruidos pueden ayudar con la mastitis. Aplique hielo, descanse mucho, beba mucho líquido y amamante con frecuencia. Aplicar calor podría aliviar, pero También podria empeorar los síntomas. Además, su médico puede prescribirle antibióticos.
Candidiasis
La candidiasis es una infección por hongos que se forma en los pezones o en el seno. Esta infección también se llama a veces infección por cándida. La candidiasis puede presentar estos síntomas:
- Dolor en los pezones que dura más de unos días, incluso después de que su bebé se haya agarrado bien de la boca en el área del pezón.
- Pezones adoloridos después de varias semanas de amamantar sin dolor.
- Pezones rosados, escamados, brillantes, con picor, agrietados o con ampollas.
- Senos adoloridos o dolores punzantes en la profundidad del seno durante o después de amamantar.
- Manchas blancas en el interior de las mejillas, la lengua o las encías de su bebé.
Si le preocupa una infección por hongos, llame a su médico y al de su bebé. De este modo, ambos pueden ser diagnosticados y tratados correctamente al mismo tiempo. Esto le ayudará a no transmitir la infección del uno al otro.